5 de septiembre de 2008

Cotton Candy World



Sueño. Estado funcional periódico del organismo, y especialmente del sistema nervioso, durante
el cual el estado de vigilia se encuentra suspendido de una forma inmediatamente reversible. Acción de imaginar escenas o sucesos mientras se duerme. Serie de imágenes, escenas o sucesos, más o menos incoherentes que se presentan en la mente mientras se duerme. Ganas, necesidad de dormir. Lo que carece de realidad o fundamento, proyecto, deseo, esperanza sin probabilidad de realizarse.


Los sueños de Lydia son, por lo general, extraños. A ella no le importa mucho lo que sueña mientras pueda dormir. Una vida sin sueños le ha enseñado a apreciar incluso lo que se podría llamar pesadilla. Ella no esta segura de lo que es bueno soñar o no, además, casi siempre se olvidaba de todo al momento de despertarse, solo le quedaba la sensación de haber sentido algo y solo recordaba que ella había estado ahí también.


Había solo un sueño que empezaba a recordar por que era de los primeros que tuvo y el más común. El mundo de sus sueños estaba hecho de dulces y casi todo era algodón de azúcar. Ella siempre empezaba a mitad de la calle y comenzaba a caminar siguiendo un aroma en particular.

Después de una caminata, que algunas veces parecía que se prolongaba y otras sucedía en un instante, ella entraba a una casa de algodón púrpura. El mundo detrás de ella dejaba de existir o perdía importancia, la habitación de paredes azules y suelo rosa era lo único que había ahora. Ella estaba dormida en el suelo.


Siempre la encontraba dormida. Siempre ella iba a despertarla.


Aunque sabía su nombre, Lydia evitaba decirlo. Decir su nombre la hacía real y esto era un sueño, ella no podía ser real.


En lugar de eso, ella se sentó en el suelo, al lado de la que aun dormía, aun era guiada por su aroma. Esta parte del sueño siempre era igual, Lydia tomaba su mano y empezaba a lamerla. Una risita empezaba entonces. “Me haces cosquillas.” La joven también estaba hecha de dulce y era de un sabor que Lydia prefería. Continuaba lamiendo, esta vez, su cara. Estaba por empezar la parte que no sabía como definir. ¿Era un sueño o una pesadilla? ¿Podía uno ser el monstruo de sus propias pesadillas?

Esta parte tampoco cambiaba mucho. Variaba solo en el tiempo que duraba solo besándola y la única otra cosa que la joven decía en ese sueño a veces era omitida: “Eres tan salada.” lo decía sonriendo… otras veces, el momento que ella abría sus labios, Lydia atacaba su lengua, arrancándole un trozo y tragándolo de inmediato. Luego, el dulce brotaba como sangre de la herida y Lydia pasaba el resto del sueño bebiendo de ella.


Cuando despertaba de ese sueño, a veces su mente le daba a imaginar que el sabor del dulce aun seguía en su boca. Eventualmente lo olvidaba y se levantaba a seguir su rutina diaria.


1 comentario:

Anónimo dijo...

Huy... que horror, mmm... aun que suena rico XD, este es el nuevo CC o es el otro? o seguimos en todos, por cierto ya viste mi yahoo 360