5 de noviembre de 2008

La Torre

“LA TORRE”
Eva A. Santuary

El que niega su propia vanidad suele poseerla en forma tan brutal, que debe cerrar los ojos si no quiere despreciarse a sí mismo.

Eros se paró frente a todos, les miro un momento y después detuvo su mirada en Nosde, era la primera vez que se veían frente a frente, los ojos como oro de Nosde se centraron en las turquesas del amo del deseo, era la primera vez que se observaba en Eros un grado de emoción que no fuera placentero, aun que no llegaba a ser amenazante la mirada, si transmitía un sentimiento de confrontación, a caso era una extraña declaración de guerra por parte de Eros hacia el Ser de la destrucción.

-la torre

Dijo Eros tomando la carta después, la cual se transformó en una bella joven de ojos como dos trozos de ámbar, piel clara y cabellos de un hermoso violeta.

La ambición y el egoísmo en exceso lleva a la ruina y a la catástrofe. Es el castigo del hombre por querer subir demasiado alto. Puede indicar un cambio inesperado debido al exceso de confianza en uno mismo.

-que pasa

Dijo Oteler al sentir como su habitación de Piedra temblaba estrepitosamente, sin embargo no movió ni un solo hueso, se quedo inmóvil, como sabiendo que nada malo le podría pasar, ya que ni Railer, ni su nuevo creador lo permitirían.

-Hola

Una fémina voz le hizo abrir los ojos, la habitación había dejado de templar y frente a él una puerta se abría de par en par con una chica de bellos ojos dorados mirándole fijamente.

-Hola bruja

Oteler saludo a su nueva custodia, Eva sonreí y el albino le regresaba el gesto.

-no me gusta

Dijo Narciso cuando Eros se acercó a su lado, Eros asintió con la cabeza

-pero es lo correcto

Agrego sonriente el de rojos cabellos, tomando la mano del otro, Eros desafiaba la naturaleza de Narciso y lo hacía aceptar cosas que por ningún motivo antes hubiera aceptado.