24 de noviembre de 2008

Todo y Nada

La puerta estaba vigilada por Flaira y RT, era imposible que Alex saliera de su habitación sin que ellos dos se dieran cuenta, así que cuando railer apareció totalmente absorto en su dolor sabía que el chico de cabellos negros y hermosos ojos verdes estaba listo para resivir su castigo. Railer había cambiado sus ojos era de un color fuego intenso que practicamente ardia como el fuego del infierno, su aura expedia destrucción, o la promesa de la misma. Flaira dio un paso a tras cuando le vio, nadie se opuso a que entrara y tras el la puerta desapareció.

-El Pen Dragon

Dijo la dama y el caballero del espejo asintió, era el hijo del Dragon, ya no era railer, era puro sentiemiento pura destrucción...

-esta bien, lo hare, deseo que el no le recuerde hasta que lo tenga frente a él.

Vick odia hacer eso pero entendía el motivo por el cual NADIE se lo pedía, si Shade sabía de la muerte de Atled el mundo como lo conocían desaparecería para siempre, y eso significaba no recordar jamás a quien a olvidado, aun que tubiera que hacerle lo mismo a Shade.

-el lo destruira
-lo más probable

Todos sabían de lo acontecido, Oteler e IN miraban el lugar donde antes estaba la puerta a la habitación de Alexandro, Oteler estaba preocupado por Rail, al fin de cuentas en otra vida fue su guardían, era la ironía de que ahora fuera su enemigo, pero eso no cambiaba de quien era en realidad.

-él está bien
-lo mejor que puede estar.

Contestó In a la pregunta de Oteler, este respiro profundo, lleno de preocupación, Railer en el estado que estaba era tan peligroso como vulnerable.

-y tú como estas?

Preguntó el albino mirando a los ojos negros del demonio, este sonrio con su maquiavelica sonrisa.

-yo no tengo corazón

Oteler agachó la mirad y sonrió, la perdida era absoluta, hasta IN denotaba su tristeza, aun que la negara, despues de todo él tambien amaba a Enir quien murio a la par de Atled.

-donde estás?!?!?!

Su voz era como el rugido de un fiero leon, sacudía ese mundo creado dentro de una habitación, un bosque donde esconderse de la furia, un bosque donde cubrir su pecado, pero él como la fiera de su ira olía el olor del ingrato.

-se que estas aquí

Los arboles temblaban ante cada palabra, la tierra se sacudía y sus ojos rojos se encendían como llamas cada más ardientes, cada vez más fuertes y entonces apareció frente a él, vestido en ropas blancas que contrastaban con su negra cabellera y sus ojos verdes, piel tan clara como la leche, pero al hijo del dragon era solo un acesino, un cobarde y su preza.

-moriras
-lo sé

Contestó el chico a la amenza, y railer corrío contra él empuñando una negra daga, una daga negra de obsidiana, pero justo a cinco centimetros del pecho, los ojos de Railer, esas dos antorchas rojas, se fijaron en los ojos de Alexandro y lo notarón ese pequeño e insignificante cambio.

-no

Railer retrosedió con miedo en su mirada, su ira había desaparecido, y Alex le sonrió caminó hacia él y le abrazo, el pelirrojo rompio en un mar de lagrimas, era verdad, Alex era nada y todo a la vez.

1 comentario:

Darla dijo...

... ahora estoy mas preocupada, que fue eso??