23 de diciembre de 2010

Y

-por qué buscábamos a Nadie
-porque según el libro, él lo sabe todo
-y qué le quieres preguntar?
-nada... (sonrojo)
-mmm... ¬¬
-solo quiero ver si era verdad que lo sabe todo
-no te creo
-vamos Joker, por qué te mentiría a tí?, eres mi mejor amigo
-amigo...u_u
-que eso está mal? O_o
-No, para nada !!!! (sonrojo)
-jijiji... eres muy lindo

Beso de As en la frente de Joker, sonrojo de ambos chicos

Y

-Quien eres tú?
-ya te lo dije un fantasma
-por que no tienes forma
-por que soy un fantasma
-un fantasma de qué?
-de un demonio
-IN???
-algo así
-el beso, maldito
-vaya hasta que te cae el veinte

22 de diciembre de 2010

-que demonios quieres?
-tú les diste a mis niños este libro
-historias de cuentos de hadas, creí que les gustarían historias de mentiras
-no te hagas el gracioso, ahí vienen cosas que ellos no necesitan saber
-no necesitan, o no quieres que sepan
-que importa, te vuelves a meter con mis niños y te convertire en polvo
-Rail para que tus amenazas causen efecto, tienen que ser reales, estás tan débil que no podrías hacer nada
-eso cambiará pronto Ikaro

Y

-tus niños ya volvieron
-lo sé, ya se me quitó el frio, que se creen esos niños, no son libres, tienen que estar cerca
-ya tranquilo, no paso nada
-darla a mandado un regalo para Vick
-dejame adivinar, tiene dos manos, dos ojos, una nariz y vick está locamente enamorado de él.
-sip
-y se lo vas a dar?
-si, pero primero tengo que atender un pequeño inconveniente
-ese inconveniente tiene cabellos morados y ojos violeta
-sip
-no hagas nada, estás debil, hasta Ian tiene más poder que tú
-callate quieres, tengo un nuevo plan muajajajaja
-que no se supone que yo soy el lado malo
-si, así que tu debes estar tramando algo peor
-tal vez

Y

Algo no andaba bien en a mente, podía sentirse en el aire, aun que al pelirrojo no parecía importarle en lo más mínimo, desde que se volvió una enana blanca, al chico solo le interesaba mantener su poder el mayor tiempo posible, por eso había creado a As y a Joker para que mantuvieran su poder los chicos eran un tipo de baterías absorbían la energía de Vick y esta era transmitida de inmediato a Railer, haciéndolo cada día un poco más fuerte, desgraciadamente para el pelirrojo la energía que el par recogía solo era suficiente para compensar la que gastaba para mantenerse sin cambio alguno.

Ikaro había bajado al inconsciente para recuperar el espejo de tezca y con el traer a este mundo a Ian, pero al traerlo solo logró pasar su esencia por lo que tuvo que conseguirle un cuerpo, para lo cual utilizó el de atled, uno de sus padres, la mezcla dio otro nekoboy, pero este de ojos turquesas y cabellos azul oscuro, desde entonces solo vigila que Rail no haga nada malo.

IN, sobrevivió como siempre y se mezcló con Oteler, por lo que ahora está todo el tiempo al lado de Rail y depende de este para sobrevivir, aun que no es su siervo, si hace muchas de las cosas que ordena el pelirrojo en lo que espera conseguir una fuente de poder que le de energía suficiente para hacer la vida más interesante (causar problemas a todos).

Vick extraña bastante a Fer, aun que no lo admite, por ello el mundo está detenido, todo es una serie de cuartos en obra negra... y una que otra ruina, como un bunquer tras la guerra.

21 de diciembre de 2010

Y

-por qué los niños bajaron al incosciente, como supieron de la existencia de la escalera de Gab, quien les dijo, Rail tramara, algo... ODIO SER EL SOL... tan feliz que era siendo simplemente yo..
-tranquilo no pasa nada
-quien eres tú???
-un fantasma
-mmmm... vaya novedad en esta tierra, que quieres chico listo
-un beso
-que?!?!?!

Escena de beso entre Vick y un desconocido...

Le sigo mañana bye

Y

-saben, no debería estar aqui
-IN... yo este, el me obligo
-no me importa de quien fue la idea, si lo sabe Rail los matara
-no le diras o si?
-no, pero depende de que hagan ustedes aquí
-fue idea de As
-sabes no eres bueno como complise ¬¬
-lo siento u_u
-Muy bien As, que haces aqui con Joker
-Buscamos a Nadie
-tú buscas, yo vine para decirte que es mala idea
-pero me seguiste
-ya callense y vamonos, no le dire a Rail, pero ustedes me deben una, y yo siempre cobro
-vez todo es tu culpa
-callate Joker

Y

-lo odio
-te fuiste a pelear con él
-si
-por qué???
-sus hijos están en el incosnciente
-no son sus hijos
-lo mantienen vivo, al igual que yo a Ille, y yo soy hijo de Ille, así que son hijos de él
-bajo esa terminología seríamos hermanos y lo nuestro sería incesto
-mmm... ok, los niños fueron al incosciente
-y eso es malo???
-As busca a Nadie
-cómo sabes eso?
-tengo mis contactos amor
-miu... tienes problemas
-lo que no entiendo, es por que me llama gato, si el gato eres tu
-porque eres encantador ^^

Y

-Donde se metieron esos niños... tengo frio
-creo que yo se donde están???
-que quieres???
-estas sordo, yo se donde están tus niños
-mmm... largo de aqui gato, no quiero verte
-mi rey rojo, escuche, YO SE DONDE ESTÁN SUS NIÑOS
-no me interesa
-eres terco como una mula
-vete, vete, vete, vete...
-¬¬
-¬¬
-te odio

Y

-tenemos que irnos
-espera un poco más, según mis cálculos estamos por llegar
-a donde?
-a la cueva del sabio
-esos son cuentos de hadas
-todo cuento de hada se basa en una realidad
-si pero estamos en tierras prohibidas
-nadie se va a dar cuenta
-seguro???
-si, solo venimos, vemos y nos vamos
-estas loco
-ahí esta!!!
-no voy a entrar ahí
-solo echamos un vistaso =)

Y

-si sigues suspirando así, te vas a desinflar...
-que haces aquí???
-tú me mandaste llamar, no recuerdas
-cierto, se me había olvidado
-y qué querías?
-alguien bajó al inconsciente
-y crees que fui yo
-si, no fue así.
-esas eran costumbres de mi padre
-fuiste tú???
-no fui yo
-entonces sería él
-no es tan tonto, si baja ahí lo convertirían en polvo, está muy débil
-entonces quien fue???
-tu eres el que todo lo ve, yo que voy a saber, eso era todo???
-si
-bien, me voy, y deja de pensar en Fer, es mejor que lo olvides, nunca va a regresar.
-lo sé, ahora vete
-adiós ^^

Y

-donde está ese par de escuincles???
-deben andar jugando por ahí no te preocupes
-que no me preocupe!!!, fueron creados para mantener mi llama encendida, no para andar saltando por ahí, los quiero aquí inmediatamente
-vamos tu flama está bien, y eso te pasa por crear a niños como guardianes
-no tenía suficiente fuerza para crear adultos, solo pude crear a ese par
-y uno te quedo chaparro
-callate y has algo útil, ve a buscarlos y traemelos
-y tu nieve e que a quieres??? ¬¬
-si yo muero tú también
-demonios ¬¬, ya voy
-date prisa, tengo frío y odio e frío ¬¬

Y

-que haces aquí
-veo
-creí que no debíamos a venir por aquí
-lo sé, pero quería ver si algo había cambiado
-ya viste que no, ahora vámonos
-ya estamos aquí, no afectará en nada hechar un vistazo
-estás loco, si él se entera que estuvimos aquí nos mata
-y como se enteraría, yo no le voy a decir, y tú?
-estas loco, me mataría y luego te descuartizaría a ti
-vez ninguno va ha hablar, así que no se enterará, además solo será por un momento
-esto es mala idea... u__u

3 de octubre de 2010

The last light of the world

Lo recuerdo como si fuera ayer cuando pasó...

La plaga recorría las calles de las metrópolis, ya nadie salía a caminar, y la mayoría había dejado la ciudad aislándose en lugares lejanos donde era la soledad y no la plaga quien acababa con ellos.

-vámonos, no hay nada que puedas hacer

Le dije cuando por fin lo encontré en aquel hospital desorganizado, insistía en tratar de aliviar el dolor de la gente que moría lentamente, siempre le gustaron los humanos.

-tú podrías hacer algo

Dijo mirándome con ira en sus ojos, yo había roto todos mis sellos, gracias a él, pero no por eso iba a salvar a la humanidad.

-los detesto, y yo provoque su destrucción, es su propia mano lo que los está acabando.

Dije con dureza, mi corazón era duro como la piedra y frio como el hielo, me miró por unos segundos, me golpeó, una cachetada certera, voltee mi rostro y mire sus ojos llenos de lagrimas, fue la última vez que supe de él...


La humanidad se extinguió 5 años después, y en un segundo borre todo rastro de ella, la tierra quedo rejuvenecida y purificada, había prometido no dañar a la humanidad, pero jamás prometí no dejarla morir. Los 333 dioses estaban confundidos, no entendían por que había sobrevivido a la muerte, a la guerra, a la peste, al hambre, no entendían por que eran elegidos. Lo descubrieron con el tiempo, con dolor, con miseria, la mayoría aun se refugian en sus cuerpos de hombres, viven sus recuerdos como reales, caminan, sienten, y sufren, solo que ahora se saben inmortales y poderosos, la peor pesadilla, hombres con fuerza de dioses.

Guerra, destrucción, se pelean por la tierra, han creado sus razas mediante sus miedos y sueños, han dividido el mundo en reinos para enaltecer sus egos, siguen siendo humanos, por eso camine con ellos con mi espada desenfundada, por eso empecé a matarlos uno por uno, hasta que llegó él.

-detente

Fueron sus palabras, estaba como aquel día en que lo dejé, bañado en sangre, con su bata roída, su piel inmaculada, sus ojos llorosos, seguía con el cuerpo de humano, seguía queriendo salvar lo que quedaba de humanidad.

-no

Fue mi respuesta y mis últimas palabras, mate a la mayoría, no a todos, destruí sus cuerpos y libere los sellos, la mayoría me odio por eso, la mayoría lo olvidó después, algunos formaron nuevos cuerpos, y se encarnaron para destruirme, como si eso fuese posible, algunos me olvidaron y siguieron siendo dioses de la tierra, llevando la luz, la noche, el equilibrio y el caos, él no fue, él no se quedó...

No le he visto desde entonces, no sé nada de él, y todos lo buscan pues solo la sombra puede derrotar a la luz... pero yo se que él aun me odia, por cuanto amo al hijo del hombre.

The last light of the world

Verlo ahí recostado sobre la hierba del valle me hace sentir envidia, hace milenios que no duermo, ya no tengo necesidad, no tiene sentido cerrar los ojos, si no es para ver pasar una eternidad o para volver atrás…

El tiempo es relativo, puedo cambiar el futuro cambiando el pasado, por eso todos quieren que cambie el pasado, que deje a los humanos vivir, no fue mi culpa que desaparecieran, no fue culpa de los dioses, no, fue culpa de los mismos hombres… Claro que tampoco hicimos nada para impedirlo, por eso hay quienes creen que soy culpable.

-no deberías estar aquí.

Irrumpe mi contemplación de Adán, dejo de ver al chico de piel dorada y ojos avellana, para verla a ella, con su toque de sol, con sus ojos gris plomo, con su sonrisa altanera. Sabe que no recibirá respuesta de mi parte, aun así como la mayoría insisten en hablarme.

-veo que sigues con tu voto de silencio.

Agrega y se sienta a mi lado, el valle rebosa de vida esa noche, luciérnagas vuelan por lo bajo como estrellas caídas, los grillos arrullan a Adán con su canto y el ave negra vuela de árbol en árbol.

-porque sigues viniendo cada noche, él no quiere verte…

Le sonrío a la dama, hay cosas que sin importar cuantos siglos pasen nunca cambian, Adán no me ama, Lilith no lo ama a él, yo no amo a Lilith y sin embargo los tres repetimos una y otra vez un baile de seducción que solo nos trae dolor.

-Eva no volverá verdad

Me cuestiona a pesar de saber que no hablare, solo miro al infinito, si Eva es revivida, la humanidad lo será todos esperan que yo lo haga, todos quieren que traiga a la madre de los hombres a la vida, pero no, la humanidad ya tuvo su oportunidad. Me pongo de pie, el sol está por salir y con el primer rayo despertare de mi sueño, en mi caverna, en la cima del mundo, con un ejército preparándose para atacarme como cada día como cada mañana, él mundo obligándome a que traiga a la vida a una sola mujer.

15 de septiembre de 2010

The last light of the world

The last light of the world

"Pocas veces miro al futuro...

... por que la realidad es que las guerras de los hombres
no son nada en comparación a las de los dioses"

Eva


¿Cómo termino el mundo?... es lo que siempre preguntan aquellos que acaban de nacer, creen que nosotros lo destruimos, no me importa que crean, yo sé que esperé a que el último hombre muriera antes de empezar a matarlos.

-No entiendo porque siguen luchando no tienen posibilidades de ganar

Grita el general con sus ojos azules fijos en su objetivo, un par de movimientos de su mano y bolas de fuego llueven sobre las hordas enemigas, yo solo miro sentado al filo del peñasco, las sombras bajo nosotros se recuperan con rapidez.

-No piensas mover ni un solo dedo verdad

Me dice con su tono molesto, miro su cuerpo maltrecho por las guerras, pero se empeña a no renunciar a su ultima morada mortal, yo podría crearle un cuerpo digno en cuestión de segundo, pero insiste en seguir siendo parte humano. Salta y me deja ahí en medio del desierto, no teme que lleguen a mi, sabe que con un pensamiento borraría a todo un ejercito, claro si me importara.

-no deberías hacerlo enojar, te quedan pocos amigos

La voz detrás de mi pertenece a la Discordia, hermosa dama de cabellos de viento, y un cuerpo semejante al suspiro, ella recorre la tierra incordiando los corazones.

-que quieres

Es la única con la que hablo, y ella lo sabe y se siente orgullosa de eso.

-te decía que debes tratar mejor a las personas tienes pocos amigos.

Sonrío para mi, me levanto y mirando a sus ojos inexistentes, digo con suave voz.

-yo no tengo amigos...

Atravieso las ondas que la forman y ella se desvanece a seguir manipulando a mis enemigos, le gusta la guerra, se divertía con los hombres y ahora hace lo mismo con los dioses, la mayoría teme a la muerte, pese a no poder morir, la mayoría conserva sus cuerpos de hombre, y por eso son susceptibles a sus engaños.

-solo tengo interesados

Termino mi frase y tal como me había mofado, en un segundo borro el ejercito colina abajo, dejando al general luchando con la nada. Entro a las profundidades de una caberna sobre el peñasco, la he hecho mi hogar y sus afueras han sido escenario de las guerras ocasionadas por aquellos que quieren que reviva a los hijos de Eva.


7 de septiembre de 2010

X

Era de noche aquel extraño día…

El teléfono de la habitación del hotel sonó en repetidas ocasiones, era muy noche como para que fuera de él, muy temprano como para que fuera de la oficina, y uno sabe que cuando el teléfono suena en la madrugada, rara vez es una buena noticia.

-bueno

Dije más dormido que despierto, cansado y algo enojado porque me despertaran de mi apacible sueño, del otro lado del auricular solo se escuchaba una respiración extraña. Algún pervertido pensé y me disponía a colgar cuando una voz profunda me detuvo.

-no cuelgue Profesor, no querrá perder la llamada que cambiará su vida.

Debo admitir que ese comentario gano mi atención, me incorpore y escuche con atención.

-usted creerá que solo es una broma, pero en la mañana recibirá un paquete que le demostrará que esto no es ningún chiste, cuando lo reciba siga las instrucciones y le daré lo que querrá

Después de esas simples palabras se escucho el zumbido de la línea del teléfono, indicando que la llamada había terminado, mire el aparato, quien era el hombre que había hablado, como se atrevía a saber lo que yo creería, y más importante lo que yo querría. Me puse a pensar en la broma un par de minutos, antes de volverme a acostar y restarle total importancia. Sin darme cuenta había sido programado y a partir de ese momento perdería cualquier dejo de voluntad, limitándome a hacer aquello que querían que hiciera.

-Buenos días señor, tiene un paquete

El ruido del mensajero tocando la puerta me despertó a la mañana siguiente, la luz del sol a duras penas empezaba a despejar la noche fuera, el frio de la madrugada se notaba en los cristales empañados y el roció congelado en las plantas del balcón, me levante con pesadez, me coloque la bata y mire el reloj sobre el buro, las cinco cuarenta y cinco de la mañana, muy temprano para un paquete. Y en cuanto mi meditación por la hora termino recordé la llamada, mis ojos se abrieron con curiosidad, el bromista parecía ir muy lejos.

-buenos días

Saludé al joven al otro lado de la puerta, sus ojos verdes llamaron mi atención, me recordaron a un joven de mis años mozos de la universidad, alguien impulsivo y salvaje, que me hiso vivir raras aventuras, miré la caja de casi cuarenta centímetros por veinte y de una altura de diez, un pequeño paquete color rojo intenso.

-dónde lo coloco?

Cuestionó el joven al que le calculé no más de veinte abriles, le indique que lo dejara en la mesa de noche frente a la cama, le contemple mientras caminaba en la habitación, un cuerpo delgado pero trabajado, cubierto por un pantalón de mezclilla y una playera tipo polo de color caqui. Si no fuera porque ahora estaba enamorado, en otra época quizás, no le hubiese dejado salir de mi habitación sin mínimo un beso de por medio.

-gracias

Dije mientras extendía un billete y firmaba la orden de entrega, el chico me sonrió al ver la denominación del papel moneda, sin más preámbulo salió por la puerta tan rápido como entró, al perderse detrás de esta, mi vista regresó hacia el extraño paquete de forma rectangular y llamativo color.

-qué será?

Me cuestioné por un segundo, para después acercarme a la caja y abrirla con la intención de descubrir que había en su interior. Ojalá nunca la hubiese abierto, ojalá nunca hubiera caído en tan extraño juego.

6 de septiembre de 2010

X

Todo inicio temprano aquel extraño día…

Recuerdo que el sol aun no salía en el horizonte cuando ya me encontraba yo de pie, él me miraba fijamente mientras deambulaba de un lado al otro de la habitación, continuaba recostado en la cama, su pecho descubierto dejaba ver sus bien formados músculos, su piel se confundía con las sabanas de lo blanca que era, me detuve un instante viendo como era tan pálida como la tela de lino de la cama.

-Debes salir más al sol

Le dije sin mayor importancia, para recuperar después los segundos que había tomado contemplándole, me volvía loco y aun no entendía la razón, no es el tipo de chico que llama común mente mi atención, generalmente me gustan ilusos, infantiles y sobre todo manipulables. Pero él era diferente a todo eso, era astuto como un zorro, inteligente, agradable, serio y bastante formal, aun recuerdo cuando lo conocí en la cena de la facultad, el doctor no me acuerdo que nos presentó, le mire fijamente como miro a todos los que veo por vez primera, su traje impecable de color azul marino, su camisa perfectamente planchada, aquel cuerpo de adonis y no pude no pensar en que sería un engreído más.

-tienes que ir

Me cuestionó como si me suplicara que me quedara, no entendí ese gesto, yo no sabía que sería la última vez que lo vería, afirme con la cabeza, era un viaje importante, un congreso internacional en el que te invitan como ponente de honor, no es algo que pase todos los días, me mostró una sonrisa apagada, le mire por un segundo y me preocupe.

-todo está bien.

Cuestione, dirigiéndole la mirada, no era su costumbre sonreír de esa manera, con nostalgia, con tristeza.

-si

Contestó con simpleza, se puso de pie y me beso en los labios, yo le regresé el gesto y aleje todo pensamiento de mi mente, me ayudó a subir mis cosas al carro. Vestido solamente con su pantalón de algodón lucía encantador, me sonrió una vez más, besó mi frente, mi boca y mi mejilla.

-te amo

Dijo simplemente, y yo no le conteste…

26 de agosto de 2010

TARSUS

Darla observaba de reojo los movimientos rápidos de Fer y Linnda, sus idas y venidas por el cuarto. Estaba sentada en la orilla de su cama con sus piernas extendidas por encima del suelo.

De vez en cuando uno de los dos hacia una breve pausa para verla de la misma forma que ella los miraba a ellos y en cada uno de esos momentos ella evitaba sus miradas. No quería darles mucha importancia, porque en realidad no era importante.

Ellos necesitaban darse cuenta de eso. Si ella les decía que no tenia caso, ellos deberían escucharla.

Solo que ahora ellos nunca la escuchan. Ahora ellos rara vez hacen lo que ella dice.

Eventualmente perdió el poco interés que tenía y volvió a su atención hacia sus pies.

O donde deberían estar sus pies.

La disolución había empezado en sus talones. En este punto sus pies habían desaparecido por completo.

'No tiene caso, no podrán hacer nada.' Ella les dijo. 'El tiempo se acabo cuando esto empezó, ahora es demasiado tarde.' recalcó. Pero ninguno le hizo caso.

Ella odiaba este tipo de muerte. Prefería las muertes instantáneas. En las que no podía ver sus rostros alarmados.

Ni siquiera las muertes que tardaban segundos eran agradables. Porque incluso en esas ellos intentaban preservarla, deteniendo un poco lo inevitable. Haciendo el sufrimiento mas largo.

Ellos tenían buenas intenciones, pero parecían tener una tendencia saldista. Y ella no era masoquista, solo un poco suicida.

Definitivamente esta seria la ultima vez que elegía morir por desintegración, a menos que sea por un ácido que logre desintegrarla al instante.

'Ácido...'

Así como ellos insistían en traerla de vuelta. Ella insistía en morir. Curiosamente su mente solo pensaba en eso ahora. Ya no en buscar la forma de hacerlo definitivo, sino como hacerlo de nuevo.

Tal vez si era masoquista después de todo.



NEXT (SIGUIENTE)

La vez anterior ella se había hecho una promesa. No moriría lentamente una vez más. Jamás.

Lo tonto de esa idea es que no era decisión suya la forma en que ella moriría.

Así como ella solo pensaba en morir una vez más y no de una forma definitiva.

Ellos pensaban en traerla de vuelta y no en eliminar a su asesino.

Al principio lo intentaron algunas veces, hasta que finalmente resultó obvio que era una pérdida de tiempo.

Gabriel se estaba haciendo creativo para esto de asesinarla. A ella no le molestaba concederle ese gusto por no hacerlo parecer una rutina. Solo que le gustaría tener un tiempo para hablar con el antes.

Su ángel de la muerte procuraba eliminarla de sorpresa. Pero siempre le daba tiempo de hablar con Linnda y Fer, si ella quería. Solo él permanecía oculto y se hacia visible el tiempo necesario para dar su sentencia de muerte.

Tal vez le parecía mala educación platicar con su "víctima".



PAYMENTS (PAGOS)

¿Qué ganaba cada uno de ellos con la repetición de sus actos? ¿Cuál era su recompensa?

¿Por qué moría Darla cada vez?

¿Por qué Gabriel continuaba sus asesinatos?

¿Por qué Fer y Linnda continuaba devolviéndola a la vida?

La explicación es bastante sencilla.

Darla puede saltar de la realidad y/a la fantasía de forma continua y repentina, haciendo su existencia mas divertida.

Gabriel logra tener un propósito para seguir existiendo y es lo mismo con Fer y Linnda. Si Darla desaparece ellos desaparecen. Ninguno de ellos se atreve a cuestionar si vale la pena el esfuerzo. Solo insisten en repetirlo.

Y con eso logran vivir un día más.



FLOODLIGHT

Pareció que no había pasado mucho tiempo desde el último estremecimiento de su cuerpo, cuando sus ojos al fin se abrieron.

No significaba una gran diferencia. Su percepción de este lugar y sus recuerdos permanecerían nublados por algún tiempo, antes de atacarla con la fuerza suficiente para devolverle su voluntad.

Mientras tanto observaría sus alrededores, se acostumbraría a su nuevo cuerpo y a las nuevas sensaciones de dolor que este presentaba.

Entonces fue que una luz se encendió sobre su cabeza, forzándola a cerrar sus ojos nuevamente. Hace un segundo había pensado que no podía ver nada y que un poco de luz no le vendría mal... pero esta era demasiado intensa.

No era el tipo de luz que encenderías para poder ver. Era el tipo de luz que brillaba sobre ti para que los demás pudieran verte.

Entonces hizo por levantarse. Aunque su intención murió cuando apenas había despegado la espalda del suelo. Solo doblo sus rodillas para poder recargar su cabeza en ellas y seguir observando. Esperando que algo mas ocurriera.



PERVERSO

De las tres partes, Darla se consideraba la peor.

Este era, después de todo, su plan puesto en marcha.



TITHE (DIEZMO)

Linnda no era la persona con la que Fer quisiera estar haciendo esto. Si fuera su elección Malandra estaría ayudándolo. Pero volver a Darla a la vida cada vez es más problemático y nadie mejor que Linnda para restaurarla.

Si no fuera por eso, tal vez incluso Linnda estaría en esa habitación, pagando el precio de seguir con vida durmiendo.

Saber que la situación actual es en partes iguales su culpa y de Darla solo lo hace sentir mas frustrado, porque no hay nada mas que pueda hacer.

No se atreve a destruirla, no se atreve a morir. No se atreve a desenmascararla y hacerla enfrentar la verdad.



PURISM-O

El cambio es lo único constante en esta vida.”

Gabriel se concentra en aprender nuevas ideas para realizar su asesinato.

Linnda se pasa observando las variaciones del estado de Darla y los demás habitantes.

Fer alterna entre vigilar a Darla y vigilar a Gabriel.

Darla se pasa buscando una oportunidad para hablar con Gabriel.

Continúan actuando de la misma manera todo el tiempo, si acaso alguna idea nueva se les ocurre la ignoran o no hacen nada al respecto.

4 de junio de 2010

Otra Historia Equis: episodio II

Personajes Principales II:

Rojo pasa a ser Ian
Negro pasa a ser Letum
Azul pasa a ser David
Morado pasa a ser Ikaro



Episodio II

Sus cabellos negros están acomodados marcialmente hacia atrás, su piel blanca reluce con el brillo del sol, su masculina pero bien cuidada mano sostiene el cáliz de cristal cortado, mientras en un suave movimiento enfría el contenido con un cubo perfecto de hielo, aquel joven simplemente luce perfecto desde la puerta de su oficina, muebles de caoba, pisos de nogal, paredes laminadas de roble, el aroma de la madera llenándolo todo, el estilo clásico del mobiliario te conduce de inmediato a otra época, una donde los hombres eran caballeros y el mundo les pertenecía.

-quiero mi compu…

El alarido de tristeza rompe la marcialidad de la habitación, de inmediato los dientes del elegante joven de traje negro se presionan con fuerza, mira al otro joven que esta tumbado en su sillón de piel carmín frente a algunos metros de distancia.

-acabas de ganar una cuenta de doscientos mil pesos mensuales por un año y no puedes dejar de pensar en tu estúpida computadora

Sus ojos negros se ciernen como halcones dispuestos a devorar a su presa, pero a Ian el joven pelirrojo no le importa lo que Letum tenga que decir o que lo mire con sus ojos que helarían hasta el mismo infierno.

-eres LENNNNTUM... o ¿qué?

El nombre transformado en insulto y en sima entonado lentamente para recalcar la expresión molesta aun más al dueño de la oficina, quien de un ágil y rápido salto pasa el escritorio y en segundos se encuentra sosteniendo al pelos rojo de la camisa color vino.

-¿cómo me llamaste?

Dice con tono molesto hasta el fondo de su alma y con fuego aniquilador en sus ojos, Ian ni se inmuta ante aquella apariencia tan demoniaca, solo saca la lengua y frunce el seño, el pelirrojo está molesto porque el otro no se da cuenta de su dramática perdida.

-L-E-N-T-U-M

Deletrea mientras fija sus ojos rojos en los del otro, ese gesto tan simple, de poder sostenerle la mirada, desarma al de cabellos negros, a Letum nadie lo miraba a los ojos, decían que su mirada era oscura, siniestra, que inspiraba temor, ni su madre quería verlo a los ojos, solo hubo alguien que lo miró fijamente a los ojos, Nana, la abuela de Ian, y al parecer el pelirrojo había heredado la fortaleza de su abuela.

-ven vámonos

Dice el de ojos negros, mientras suelta la camisa de Ian y toma el negro saco del perchero junto a la puerta, después de ganar la cuenta son merecedores de un día libre.

-pero mi compu

Protesta el pelirrojo como esperando que Letum tuviera una respuesta a su descuido de esa mañana.

-te invito un trago

Ian mantiene su mueca de desagrado, pero mientras el de cabellos negros invite, el pelirrojo no negara nada.

-no sirve

Dice Ikaro mientras relee el escrito que aparece en su pantalla, 500 hojas sobre la destrucción inminente del ser humano dada su naturaleza autodestructiva, sustentado finamente con aportes de Nitzsche, Unamuno, Schopenhauer, Heidegger, Jaspers, Satre, Kirkegaard, entre otros, pero a pesar de la maravillosa prosa, la facilidad de entendimiento, la simple explicación no deja de agradarle al chico de cabellos morados. Sus ojos violeta contemplan cada una de las más de 300 mil palabras, las estudia, las relee y en un rápido movimiento de dedos, la hoja en la pantalla vuelve a quedar inmaculada, como hace quince días había estado y como un mes antes de eso había estado y así sucesivamente desde hace 2 años que había empezado a escribir ese libro, la idea era clara, las palabras, la facilidad con que se expresaba era lo que no le satisfacía.

-demonios

Dijo el joven, cerrando sus cristalinos ojos color purpura, y soltando un suspiro tan profundo como los lamentos de la muerte el joven se levanta del escritorio, mira a su alrededor el mar de libros y notas, de referencias y revistas que le han dado una visión sobria del destino del hombre y que lo han impulsado a dar una explicación metafísica de este fenómeno de destrucción masiva, resignado por su actual derrota Ikaro abandona la pasividad de esa habitación, su esquelética figura pálida como la hoja donde resaltan sus notas, se mueve sigilosa, sin emitir ruido alguno, como un espectro que se desliza por la liza superficie del departamento.

-esto no funciona, tiene que haber otra manera de expresarlo, sin sonar, deprimente, triste y porque demonios se entiende.

El joven ha abierto y cerrado de golpe la puerta del refrigerador mientras habla consigo mismo, su voz refleja una molestia absoluta contra si mismo, o mejor dicho contra su escrito, da un trago a la bebida roja que ha sacado el electrodoméstico, disfruta la frescura del liquido, el sabor algo metálico, pero bastante agradable del néctar, un poco resbala por la comisura de su boca, marcando un hilo rojizo profundo que baja por su barbilla y después por su cuello, no se detiene hasta terminar el contenido, la sed era demasiada.

-delicioso

Dice relamiéndose los labios, el contacto con el rojo liquido le ha relajado, cada vez que Ikaro toma ese delicioso néctar, su mente se pone en blanco.

-que… que… tienes en el labio.

Ikaro se extraña de la voz que se dirige a él desde la puerta, volta a ver al orador que lo mira con mueca de extrañes desde la puerta y que trata de descubrir que es ese liquido rojo vivo, y ligeramente espeso que baja por la comisura del labio de Ikaro, se miran por un momento, la piel blanca, la seductora forma de moverse, la pasividad de sus movimiento, su inmutable seguridad, son demasiadas las ideas que se mezclan con la fantasía del joven de cabellos turquesa.

-claro olvide que estabas aquí.

Una simple sonrisa maquiavélica, el simple gesto que resalta el color rojizo en una dentadura perlada y de prominentes colmillos, David parpadea un par de veces mientras en su mente ve a Ikaro con sus morados cabellos, con sus ojos violetas, con su blanca piel, vestido con un traje antiguo como el de un conde y en menos de lo que su cerebro puede decirle que eso es imposible el joven se desvanece presa de un miedo irracional.

-qué demonios

Me gustaría decir que Ikaro se movió rápidamente y atrapó entre sus brazos a David que caía pálido e ido, pero desgraciadamente mentiría y faltaría a la personalidad del depresivo muchacho, quien solo observó tranquilamente como el otro azotaba contra el piso, y tras eso hiso falta un par de segundos más para que dejara de ver como el otro permanecía inerte en el suelo de granito.

-como pude perderla, como puede perder mi computadora, mi vida entera va en esa maquina

El de rojos ojos sigue lamentándose el haber perdido su computadora, sigue repitiendo una y otra vez las mismas frases, sin cansarse, sin detenerse, y Let está a punto de perder la paciencia y dar un buen golpe a la boca del pelirrojo, quien parece no advertir el peligro en el que se encuentra, respira profundo, presiona la mandíbula, siente como la sangre fluye hasta su cabeza, como el calor se incrementa, la vista se le nubla, su puño se cierra y su cuerpo se mueve hacia delante, su vista está fija en el objetivo y cuando está a punto de soltar el ataque, una figura pasa detrás del blanco, esbelta, elegante, fresca como brisa, una dama de elegante porte, cabellos castaño claro, ojos almendra, piel dorada, rasgos asiáticos y una belleza incomparable.

-con permiso

Dice el joven poniéndose de pie y abandonando rápidamente la mesa, su expresión cambia instantáneamente, sus ojos se liberan seductores, su piel se relaja, sus músculos resaltan protectores, su porte es seguro y firme, su sonrisa encantadora. Ian lo ve irse, lo sigue con la mirada lentamente, sabe que va tras la joven dama, sabe que ella caerá rendida ante la apariencia de su amigo, y sabe también que lo han ignorado en medio de su drama, así que ve molesto a su compañero que lo ha dejado y un pequeño temblor en su labio le hace hacer una mueca de desagrado.

-lo odio

Dice en voz baja, y suelta un suspiro, conoce a Let, conoce su personalidad, era predecible que el chico iría tras la primera mujer hermosa que se topara, por que otra razón iría a un bar, alcohol hay en su casa, en su oficina y en casi cualquier lugar donde el chico de negros cabellos pase más de tres minutos. Resignado el pelirrojo se levanta, indica al camarero que Letum pagará la cuenta y sale rumbo a su casa, caminando lentamente, para su desgracia va en dirección opuesta.

-¿Qué ha pasado?

Dice David al levantarse, le duele la cabeza, la cual tiene cubierta con un paño blanco, retira el objeto e intenta ponerse de pie, pero aun siente que el mundo le da vueltas, y vuelve a caer en el sillón haciendo que este emita un ligero rechinido.

-ya era hora de que despertaras

Ikaro aparece desde la habitación mirando a su invitado provisional, David se coloca todo rojo al ver al chico y al recordar el motivo de su desmayo, su imaginación nuevamente le ha jugado una mala pasada.

-¿estás bien?

Cuestiona el de violetas ojos y el otro afirma de nuevo con la cabeza, Ikaro le mira extrañado, su pregunta a sido sincera, está preocupado por el inquilino del edificio de enfrente, actúa algo raro, pero quien es él para juzgar a la gente, lentamente se acerca al otro y al estar frente se agacha ligeramente para poderlo ver a la cara, David se siente más que raro, el otro se encuentra muy cerca y le mira detenidamente, tal vez demasiado detenidamente.

-en… en…enserioestoybien

Dice David hablando de golpe y tartamudeando como cada vez que está nervioso, de inmediato evita la mirada de ojos violeta, la mirada de Ikaro le ha parecido muy extraña, misteriosa y algo melancólica. En otra situación tal vez los ojos violeta le resultarían interesantes por la gran cantidad de emociones que parecen encerrar, pero en este momento el de cabellos azules solo puede pensar en una cosa… “Está demasiado cerca”

-no te preocupes, todo estará bien…

La voz de Ikaro retumba en sus oídos, al igual que su corazón late con más fuerza, a la vez que lentamente siente como la sangre se aglutina en sus mejillas, como las manos le sudan y su boca se seca, el violeta habla suave tranquilo, mientras lleva una mano a la mejilla del otro y vuelve a repetir.

-no te preocupes, todo estará muy bien…

29 de mayo de 2010

Otra Historia Equis

Otra Historia Equis
Por: Railer Pendragon

La historia de cuatro chicos con vidas tan normales como extrañas, personalidades tan dispares que sin embargo conviven en un mismo lugar y en un mismo momento.


Personajes Principales

Rojo:
Un chico algo distraído, le gustan las artes, aun que es psicólogo, se graduó con honores, es un genio, pero su poca atención, hace que parezca todo lo contrario, no se preocupa mucho por la vida y tiende a ver el lado amable de todo

Negro:
El mejor amigo de Rojo, pasan mucho tiempo juntos, es cruel, malvado y algo despiadado, es un Casanova que no pierde el tiempo para conquistar a una chica, sin embargo tiene un gran secreto, en fin es trabajador, muy duro de roer, aun que en el fondo se preocupa demasiado por Rojo.

Azul:
El chico nuevo, es como un niño en el cuerpo de un adulto, estudia diseño, es muy sentimental, pero es una buena persona, lo cual lo lleva a ser algo ingenuo y confiado, lo cual lo mete en muchos problemas, ya que el mundo no está bello como él cree.

Morado:
Un chico depresivo en exceso, aprensivo con las cosas, le gusta estar solo, es amargado y algo agresivo, no duda en golpear a quien se mete con él, estudió filosofía, es hijo de una familia acaudalada, vive con Rojo y no se dedica a nada salvo a escribir un libro que espera algún día publicar.


Episodio I: Conociéndonos.

El sonido del despertador llena la habitación, aun así el dueño del aparato no da ni señales de vida, mientras su compañero de habitación mira el aparato desde su cama, sus ojos violeta se cierran en aquella máquina que no deja de sonar con sus agudos y molestos ruidos, después de llevar escuchándolo un par de segundos más estira su mano lo toma y lo avienta por la ventana que está de su lado derecho, el aparato se impacta contra el suelo después de caer los cuatro pisos, quedando en un vil recuerdo, pero permitiendo que la calma regrese a la habitación, el de ojos violetas se voltea y se cubre con las cobijas quedándose rápidamente dormido.

-Otra vez llegará tarde el Idiota.

Negro mira el escritorio frente a la puerta de su oficina que permanece vacío, el joven se ve sumamente elegante en su traje color oscuro y su camisa blanca como la nieve, mira aquella silla vacía y después el reloj de su celular, son las ocho cuarenta y cinco, eso quiere decir que Rojo llegará sumamente retrasado.

-¿Dónde es el departamento?

Un chico está parado en medio de la calle con mochila al hombro, sus ojos miran al cielo, unos hermosos ojos del mismo color del cielo, el chico mira a su alrededor, buscando algún letrero o indicación que le dé una idea de en donde está, pero todo es inútil, por más que busca no logra encontrar nada, agacha la mirada y sus hermosos ojos quedan cubiertos por sus cabellos azul oscuro.

-Demonios es tardísimo.

Dice un pelirrojo al levantarse y ver la hora en su celular, al buscar el despertador y no encontrarlo, solo le queda ver a su compañero quien duerme apaciblemente, no es difícil adivinar que ha pasado, la ventana abierta y el silencio lo dicen todo, una mirada de desprecio y el regaño que empieza a producirse en su mente, listo para salir y perturbar el sueño del durmiente, pero en eso el celular en su mano empieza a sonar.

-demonios es tarde

Rojo contesta mientras se levante y corre al baño para alistarse a la velocidad del rayo.

-¿dónde demonios estás?, olvídalo, ven aquí inmediatamente, tenemos junta en diez minutos, trae la presentación y por amor de dios ponte una camisa.

La llamada es rápida, el pelirrojo no ha tenido ni siquiera que contestar a su interlocutor, Negro se escucha preocupado y es que desde que acepto que Morado viviera con él siempre se le hace tarde, pero tampoco podía dejarlo solo, no después de lo que pasó la última vez, Rojo sale corriendo del baño con la cara mal lavada, los cabellos medio arreglados y aun en ropa interior, toma un par de prendas en el camino y mientras cierra la puerta del departamento se coloca la camisa y toma su mochila.

-en verdad necesito un GPS...

Azul el chico de ojos turquesa mira aun el suelo mientras lagrimas caen de sus ojos, sin ver que está a punto de ser impactado por un chico que lleva una hogaza de pan aferrada en sus dientes, un pantalón en su mano derecha, una camisa mal puesta, y una mochila en la mano izquierda, el choque es imposible de detener, ninguno de los dos estaba pendiente de su alrededor, las mochilas vuelan por los aires, el pan queda pegado a la mejilla del de cabello azules, y ambos se soban la cabeza tras del golpe.

-perdón, no te vi

Dice el pelirrojo poniéndose de pie rápidamente, tomando la mochila, empezando a colocarse el pantalón y sin ni siquiera dirigir la mira a con quien ha chocado.

-lo siento, pero llevo prisa

Se excusa el chico, azul solo lo ve como lo más extraño que le ha pasado en la vida, sobre todo porque el pelirrojo lleva su mochila y le deja la suya, pero por más que trata de detenerlo a gritos el otro no hace caso, y aun que intenta darle alcance solo ve como Rojo sube a un taxi y se aleja a toda velocidad.

-que extraño chico

Dice el joven derrotado y dándose cuenta de que ha perdido su ropa a manos de un extraño, Rojo en el Taxi termina de arreglarse, de acodar sus cabellos, de limpiar su rostro, de arreglar su camisa y se da la oportunidad de suspirar mientras piensa en la presentación que le espera.

El olor del café llega a su nariz, ese dulce aroma de los campos del golfo, aquel brebaje es lo único que le gusta que lo despierta y a lo único con lo que sonríe, sus cabellos morados cubres su frente y parte de su ojo derecho, su cuerpo es tan delgado que si bajara un poco más de peso seguramente desaparecería.

-te amo

Se declara el chico a su taza de café, después le da un trago a aquel oscuro liquido y siente como sus papilas gustativas reaccionan al cálido pero delicioso brebaje, el aroma llena su mente y el sabor le despeja de lo último de los sueños, pero su entrega sensorial a aquella simple acción se ve suspendida por el ruido del timbre de la puerta.

-Estúpido Rojo olvido de nuevo las llaves

Se dice a sí mismo, recordando que vive con la persona más distraída del mundo, camina al intercomunicador y sin contestar presiona el botón para abrir la puerta del edificio, la presiona por el tiempo suficiente para que logre entrar sin problemas, después con taza en mano va caminando hasta la puerta de entrada del departamento, lo hace lento, dando pequeños sorbos a su café, tomándose su tiempo, para que justo cuando estén frente a la puerta abrirla suavemente.

-¿qué se te olvido ahora?

Dice morado sin ver al chico parado frente a la puerta, se hace a un lado para que el otro pase a tomar aquello que necesita, pero se extraña cuando aquel joven se queda parado, sin moverse, entonces levante la vista y se topa con esos ojos azul turquesa que reflejan pureza absoluta.

-y tú ¿quién eres?

Agrega al ver que no es Rojo quien está frente a él, si no un chico de cabellos azul oscuro y mejillas enrojecidas, tal vez por el hecho de que Morado no lleva prenda alguna más que un par de vendas en sus muñecas, de ahí en fuera su delgado cuerpo está totalmente al natural.

-so... so... soy Azul, choqueconalguienhaceunosmomentosytraíaestamochilaquetienesudirección.

Dice el joven lo más rápido que puede tratando de calmar su vergüenza por ver al otro desnudo, pero Morado no logra entender ni una sola palabra.

-disculpa

Cuestiona morado mirando al apenado frente a él, y Azul mira al techo, entonces el otro entiende la causa principal de que el joven hable rápido y esté tan nervioso.

-ah... cierto, pasa

Dice Morado como si nada, mientras da media vuelta y camina hacia la habitación dejando al otro más confundido que nada, sobre todo porque el chico en traje de Adán se mueve con total calma.

-que pases y cierra la puerta

Agrega Morado al escuchar que el otro no se ha movido ni un centímetro, Azul de inmediato hace lo que se le indica y ve como el otro desaparece tras la puerta de la habitación, para regresar cubierto por un bóxer negro que para ser sinceros no cubre mucho su desnudes pero al menos ya es algo.

-ahora con calma dime que paso.

Morado se sienta en la pequeña sala del departamento, indicándole al de turquesas ojos que haga lo mismo.

-¡demonios!, ¡está no es mi mochila!

Rojo se da cuenta de que la mochila que ha llevado hasta la oficina de Negro no es la suya.

-entonces no traes la presentación, si serás idiota

Negro se nota obviamente molesto, mientras el pelirrojo no puede pensar en otra cosa, más que su mochila está en manos de un desconocido, con su computadora, sus apuntes y otras cosas en ella, entre esas su cartera.

-no puede ser he perdido todo

Dice casi llorando, pero a Negro no parece preocuparle, el elegante joven pasa al lado del pelirrojo y se dirige al escritorio para sacar del cajón una pequeña memoria.

-suerte que siempre estoy preparado para tus estupideces

Los insultos ya no hacen efecto en el pelirrojo quien conoce a su compañero de trabajo y que sabe que sin importar cuánto le insulte en el fondo lo quiere.

-perdí mi compu, mi compu, mi vida entera va en esa computadora.

El pelirrojo sigue enfrentando su perdida, mientras el negro solo lo toma del cuello de la camisa y prácticamente lo arrastra hasta la sala de juntas, donde el pelirrojo permanece de pie mientras el otro hace una presentación excelsa.

-ya veo, Rojo choco contigo y se llevo tu mochila, si será menso el pelirrojo

Morado sonríe ante la situación, Rojo se ha llevado la mochila de un desconocido que al parecer ni siquiera era mínimamente semejante a la suya, lo peor para Azul es que en ella llevaba sus llaves y objetos personales.

-entonces gracias a que venía la cartera de Rojo pudiste llegar aquí para poderlo localizar.

Azul mueve la cabeza afirmativamente.

-si, al parecer vivo en el edificio de enfrente, me acabo de mudar, pero ahora no tengo llave

La voz de azul es muy tierna, a tal punto que casi logra provocar una sonrisa en el inmutable Morado, el chico termina su café de un sorbo, Azul suspira.

-Pues tendrás que esperarte a que vuelva, ha dejado olvidado el celular y no me sé el teléfono de su trabajo

El chico de ojos turquesa baja la mirada al escuchar esas palabras.

-piensa rápido

Morado avienta el control remoto al chico mientras se pone de pie y va hacia la habitación desapareciendo, Azul se queda extrañado, pero después escucha el ruido del agua cayendo en el baño, al parecer el otro continua con su rutina sin importarle que él esté ahí, pero a fin de cuentas no hay más que hacer.

2 de mayo de 2010

AQMP: Capitulo 2 Recuerdos

Capitulo 2
Recuerdos

Fue hace tanto tiempo que la humanidad ha olvidado cómo fue realmente, a ellos les gusta contar historias donde yo soy el malo, después de todo la luz siempre ha segado sus corazones y ellos prefieren la serenidad de la noche.

-Irás a verlo Lux

Me cuestionó mi hermano una semana antes del gran acontecimiento, lo mire, no solo iría, si no que marcaría el camino para todo aquel que quisiera llegar, la estrella de la noche estaría presente en aquel nacimiento, después de todo cada cuando Dios baja a caminar entre los hombres. Era una noche cálida de verano, aun en el desierto el aire no se enfriaba como de costumbre, las arenas estaban quietas, tal vez por cientos de seres que nos dábamos cita ahí esa noche, algunos se vistieron de humanos, otros de animales, otros fueron como susurros de viento, o en los sueños de los mortales, ninguno nos aparecimos en cuerpos divinos, no, no podíamos quitarle importancia a aquella criatura que nacía de una mujer y un varón.

-he aquí al heredero de Adán.

La sola mención del desterrado por parte de aquel que llaman Gabriel me provoco una irritación, aun no lo perdonaba y posiblemente jamás lo haría, pero ese hijo de hombre era descendiente de Adán y de Eva, pero en su sangre corría el espíritu de Dios, era un hombre, tan solo un hombre.

-ya veremos si es digno de llamarse hijo de Dios

Fue lo que dije, esa noche no hubo tanta concurrencia mortal como muchos quieren hacer ver, fue un nacimiento como cualquier otro, los sabios, los magos y los reyes llegaron a rendir tributo años después, el hijo del hombre creció como cualquier niño, aprendiendo sus leyes, aprendiendo a ser uno de ellos, tal vez destacan uno que otro evento en el que hablo de más para su edad o demostró mayor sapiencia, pero decirme que niño no es más inteligente que los adultos.

-lo has seguido todos estos años

El escriba lo llamaban los hombres a aquel que como yo acompañaba al infante a donde quiera que iba, él lo protegía de los peligros, de los leones en el desierto, de los guardias en la ciudad, era su guardián, aun que se suponía que ese era mi deber. No aceptaba que Elohim se hubiera encarnado en un cuerpo de hombre, que caminara entre ellos, que se dejara ver, para mí era tan solo un niño, cuando llegara el momento me revelaría su naturaleza y entonces tendrían por seguro que hasta yo el príncipe de príncipes, el gobernante de la tierra, me arrodillaría ante Elohim.

-¿qué te sucede?

Cuestionó Ikaro cuando me miro absorto en mis pensamientos aquella tarde en la facultad, los estudiantes merodeaban rumbo a la biblioteca o los salones de estudio, mientras yo estaba sentado en una banca bajo la sombra de un árbol, fingiendo leer un libro.

-nada, estoy bien

Le contesté, pero él nunca me creyó, y quien me creería si hace horas que no cambiaba de página, simplemente estaba ahí sosteniendo el libro mientras mis memorias viajan a tierras lejanas y a tiempos olvidados. No sé si sería mi expresión, esa que siempre pongo cuando hablo de Eloah, una expresión que revela tristeza mezclada con enojo.

-Pensabas en él.

Siempre me ha molestado como los hombres se dirigen a Eloah como si fuera cualquier cosa, supongo que notó mi enfado de inmediato, así que se apresuró a corregir su error.

-Pensabas en Elyon

Afirme en silencio mientras de mis labios salía un profundo suspiro, que no sabía cuánto tiempo llevaba contenido tal vez casi dos mil años, me miro con una triste sonrisa.

-ojalá pensaras en mi como piensas en Elyon

No supe si molestarme por su atrevimiento, o sentir ternura por Ikaro, quería que lo amara tanto como amo a Dios, me puse de pie, deje el libro en la banca y bese su frente sin importarme donde estábamos y que todos pudiesen vernos.

-cuídate

Le dije, mientras recordaba como ya antes me había dicho algo así. En medio del desierto, con el sol cayendo sobre nosotros, pero sin molestarnos siquiera, mientras jugaba con las dunas en el placer que el viento provoca cuando tengo un cuerpo para andar, y él reía de ver mi rostro lleno de paz, el infante dormía en brazos de su madre, por algunos día estaría seguro, así que yo y el más cercano al trono podríamos caminar entre la arena sin preocupaciones, desde que Elohim había nacido ni un solo segundo nos habíamos aparatado de su lado.

-te vez feliz

Me dijo levantándose de la arena y caminando sin dejar huella, se acercó a mí, yo me pare en seco, el viento se detuvo conmigo, me miro a los ojos, mis ojos de fuego vieron en aquellos ojos negros como la noche. Si yo era la luz él era la oscuridad.

-ojalá pensaras en...

No terminó la frase, pues leí sus pensamientos antes de que los dijera, cayó al suelo con la mejilla enrojecida, mi golpe había sido fuerte, a pesar de ser con la mano abierta.

-jamás pronuncies su nombre

Le dije y como ventisca dejé el desierto, él me miro como me iba con la arena, lagrimas salieron de sus ojos, él me amaba, pero yo siempre he amado a Elohim, sobre todas las cosas y sobre ángeles, hombres o demonios.

-de nuevo piensas en Al-Yabbar

Esa voz mientras caminaba me regresó al presente, el corredor de la facultad estaba vació y en el cielo el sol se ocultaba lentamente, volteé buscando a aquel que me cuestionaba, y entre las sombras de los pilares le vi, sus cabellos eran del color del oro y su piel blanca como la crema o la nieve.

-Hace mucho de eso, deberías olvidarlo, ahora tienes muchas cosas más de las que preocuparte

El joven salió de las sombras, a duras penas tendría diez años, pero era obvio que había roto varios de sus sellos a lo largo de los siglos y ahora sabía más de sus antiguas vidas que de su existencia actual.

-"Quién como Dios"

El título que Eloah alguna vez le dio de viva voz, el escucharlo de mis labios hiso que aquel niño se sintiera lleno de orgullo, a pesar de su apariencia, en sus ojos veías el alma del guerrero que habitaba ese infantil cuerpo.

-Eris dirige a los Olímpicos, desean volver a ser dioses y pretenden utilizarte para conseguirlo, seguramente Zeus detrás de todo

Agregó olvidándose de cualquier protocolo, olvidándose de que muchos podrían oírnos.

-aun que pudiera liberarles no lo haría por nada del mundo

Agregue a sus palabras mientras me acercaba a paso lento hacía él, los últimos rayos del sol entraban por la ventana y se reflejaban en mi rostro, acariciando mi piel.

-lo sé, pero quiero asegurarme de que ellos y tú sigan siendo simples hombres

Me sorprendió como se refirió a los mortales, siempre los amo, más que cualquiera, los protegió y los defendió de mi y de todos los dioses, instauro el consejo para detener nuestros abusos, les dio fuerza e inclusive lucho por ellos, pero ahora notaba en casa una de sus palabras que al igual que todos estaba cansado de tener carne y huesos.

-así será

Dije al pasar a su lado, y dejándolo atrás, mientras me alejaba podía sentir en mi nuca su mirada, en otros tiempos hubiera intentado atacarme por no prestarle atención, pero ahora no tenía armas, fuerza o poder que lo ayudara, era un niño y yo un hombre, un maldito hombre.

-cuida al escriba

Grito cuando yo casi me perdía al dar vuelta en el corredor, volteé a verlo y salió corriendo como un infante que ha cometido alguna fechoría, Ikaro era aquel que se sentaba a los pies del trono, el que apuntaba todo lo que dios nombraba, y el primero contra el que me levante en aquella ocasión.

-"El guerrero" ha venido y a hablado con él.

Sire está en su salón desde donde lo ve todo a través de sus espejos, espejos para ver el pasado, para ver el futuro, para ver el presente, un salón lleno de cristales antiguos como la historia, cristales que reflejan los mundos, los corazones y las intensiones.

-lo sé, lástima que el niño no vivirá más de esta noche

La voz de la dama es seductora para aquel que la acompaña esa noche, Hermes lo llamaron los griegos, el joven tiene ojos avellana y cabellos blancos como las nubes de un día soleado.

-no es muy precipitado hacer eso

Cuestiona el joven, él a penas recuerda cosas de su origen, en primer lugar se acercó a la dama por su amplio busto, por su esbelta cintura y prominentes caderas, aquella mujer le enseño los secretos del mundo y le reveló su origen divino, y ahora él le sirve como dolofónos, como alguna vez le sirviera al dios Zeus.

-No dejare que nadie se interponga en mis planes, aun que sea solo un niño, es un ser poderoso, encárgate de él.

Las palabras de la dama son fuertes y seguras, el mensajero sabe que no le queda más remedio que seguir las indicaciones y hacer su papel de Psicopompo. La noche se cierne por completo y en la carretera una familia viaja con tranquilidad, un hombre, su mujer y su hijo de diez años, el camino parece tranquilo, cuando aparece una figura en medio de la carretera un hombre con sombrero de ala ancha y un báculo en su mano izquierda, por no embestirlo salen del camino, dando vueltas el vehículo se destroza lentamente, chocando contra el duro suelo de cemento, girando dentro de él los cuerpos parecen percibir todo en cámara lenta, la sangre y los golpes se multiplican, el niño contempla todo horrorizado, pero en un segundo todo se detiene.

-demonios

Dice Railer en su habitación mientras el vaso en su mano se rompe en pedazos, lo suelta de inmediato y este no termina de caer al suelo cuando el pelirrojo ya ha desaparecido de la habitación, el sol sale por el horizonte, el primer rayo toca los cuerpos inertes sobre el suelo, el auto a caído en una zanja cercana al camino, los cuerpos a salido disparados del vehículo, no tienen vida, cuando la luz toca la piel del menor, el cuerpo inerte da un sobresalto y un respiro se escucha profundo llenar sus pulmones, su corazón ya no late, y aun así sigue vivo, abre sus ojos con dificultad, el sol le da en la cara y a su lado de pie un hombre le extiende la mano.

-lo siento he llegado tarde

Dice sin más, el niño entiende lo que ha sucedido, no quiere ver los cuerpos de sus padres, solo toma aquella mano, se incorpora y desaparece con aquel hombre que camina hacia la luz.