Dead Point

Railer llegó a la tan mensionada area, sabía que aqui lo encontraría, despues de todo el demonio no era de los que dejaba a un lado sus juguetes a menos que estos estuvieran rotos, y el juguete nuevo del demonio aun seguía funcionando muy bien.

-hola rojo

Dijo el demonio apareciendo sobre la rama de un enorme arbol salido de la nada.

-hola tu

Railer fue indiferente en su tono de voz, le molestaba saber que el demonio de alguna forma fue más poderoso que él.

-como recordaste todo, por que no te afectaron los pilares

IN sonrio ante la sinceridad de Railer, bajó de un salto del arbol que desapareció en ese intante y se acercó al pelirrojo.

-tu sabes como... con un poder ajeno al de nuestra mente

Rail sabía que así había sido pero quería confirmación por parte del de ojos negros.

-fue K

Agrego railer, In sonrio como de costumbre, afirmando ligeramente.

-es mi nuevo juguete está a mi mersed, me obedece aun que no tiene la menor idea de quien es, aun así tiene tanto poder, que hasta Darla puede temblar.

Railer no sabía si eso era bueno, pero despues de todo fue darla quien se lo dio a IN.

-ten cuidado

El pelirrojo advirtió al demonio

-por que tanto poder me podría corromper

El demonio rio con fuerza, era obvio que esa idea le parecía en exceso atractiva.

-rail, gab, shade, atled y Nosde... quien causaría más caos si desaparece, quien causaría más tranquilidad si muere.

Alex no era malo en lo absoluto, era extraño, su naturaleza le movía a destruir mientras a la par le llevaba a buscar el orden, una naturaleza que se anteponía a si misma. y el joven caminaba por corredores tomando una pesada decición.

-Si mato a Rail, el orden acabará... nada se compondra, si mato a Gabriel, Rail gobernará y Nosde se fortalezará,si mato a Shade, Atled enloquesera eso solo sería más caos, Si mato a Nosde el caos terminará y Gabriel morira... y si mato a Atled, Railer se fortalecerá aun que sufrira, Shade entra al juego con el corazón en llamas, Nosde Perderá ante ambos y Gabriel sucumbira a un nuevo orden...

Alexandros meditaba sus opciones, todos causaban un caos, algunos restauraban un orden, pero solo uno lograba todo lo que el chico de hermosos ojos verdes se proponía.

-creo que ya se quien morira

Se detuvo y con un puñal en mano se preparó para eliminar una carta de la baraja.