Capitulo 2
Recuerdos
Fue hace tanto tiempo que la humanidad ha olvidado cómo fue realmente, a ellos les gusta contar historias donde yo soy el malo, después de todo la luz siempre ha segado sus corazones y ellos prefieren la serenidad de la noche.
-Irás a verlo Lux
Me cuestionó mi hermano una semana antes del gran acontecimiento, lo mire, no solo iría, si no que marcaría el camino para todo aquel que quisiera llegar, la estrella de la noche estaría presente en aquel nacimiento, después de todo cada cuando Dios baja a caminar entre los hombres. Era una noche cálida de verano, aun en el desierto el aire no se enfriaba como de costumbre, las arenas estaban quietas, tal vez por cientos de seres que nos dábamos cita ahí esa noche, algunos se vistieron de humanos, otros de animales, otros fueron como susurros de viento, o en los sueños de los mortales, ninguno nos aparecimos en cuerpos divinos, no, no podíamos quitarle importancia a aquella criatura que nacía de una mujer y un varón.
-he aquí al heredero de Adán.
La sola mención del desterrado por parte de aquel que llaman Gabriel me provoco una irritación, aun no lo perdonaba y posiblemente jamás lo haría, pero ese hijo de hombre era descendiente de Adán y de Eva, pero en su sangre corría el espíritu de Dios, era un hombre, tan solo un hombre.
-ya veremos si es digno de llamarse hijo de Dios
Fue lo que dije, esa noche no hubo tanta concurrencia mortal como muchos quieren hacer ver, fue un nacimiento como cualquier otro, los sabios, los magos y los reyes llegaron a rendir tributo años después, el hijo del hombre creció como cualquier niño, aprendiendo sus leyes, aprendiendo a ser uno de ellos, tal vez destacan uno que otro evento en el que hablo de más para su edad o demostró mayor sapiencia, pero decirme que niño no es más inteligente que los adultos.
-lo has seguido todos estos años
El escriba lo llamaban los hombres a aquel que como yo acompañaba al infante a donde quiera que iba, él lo protegía de los peligros, de los leones en el desierto, de los guardias en la ciudad, era su guardián, aun que se suponía que ese era mi deber. No aceptaba que Elohim se hubiera encarnado en un cuerpo de hombre, que caminara entre ellos, que se dejara ver, para mí era tan solo un niño, cuando llegara el momento me revelaría su naturaleza y entonces tendrían por seguro que hasta yo el príncipe de príncipes, el gobernante de la tierra, me arrodillaría ante Elohim.
-¿qué te sucede?
Cuestionó Ikaro cuando me miro absorto en mis pensamientos aquella tarde en la facultad, los estudiantes merodeaban rumbo a la biblioteca o los salones de estudio, mientras yo estaba sentado en una banca bajo la sombra de un árbol, fingiendo leer un libro.
-nada, estoy bien
Le contesté, pero él nunca me creyó, y quien me creería si hace horas que no cambiaba de página, simplemente estaba ahí sosteniendo el libro mientras mis memorias viajan a tierras lejanas y a tiempos olvidados. No sé si sería mi expresión, esa que siempre pongo cuando hablo de Eloah, una expresión que revela tristeza mezclada con enojo.
-Pensabas en él.
Siempre me ha molestado como los hombres se dirigen a Eloah como si fuera cualquier cosa, supongo que notó mi enfado de inmediato, así que se apresuró a corregir su error.
-Pensabas en Elyon
Afirme en silencio mientras de mis labios salía un profundo suspiro, que no sabía cuánto tiempo llevaba contenido tal vez casi dos mil años, me miro con una triste sonrisa.
-ojalá pensaras en mi como piensas en Elyon
No supe si molestarme por su atrevimiento, o sentir ternura por Ikaro, quería que lo amara tanto como amo a Dios, me puse de pie, deje el libro en la banca y bese su frente sin importarme donde estábamos y que todos pudiesen vernos.
-cuídate
Le dije, mientras recordaba como ya antes me había dicho algo así. En medio del desierto, con el sol cayendo sobre nosotros, pero sin molestarnos siquiera, mientras jugaba con las dunas en el placer que el viento provoca cuando tengo un cuerpo para andar, y él reía de ver mi rostro lleno de paz, el infante dormía en brazos de su madre, por algunos día estaría seguro, así que yo y el más cercano al trono podríamos caminar entre la arena sin preocupaciones, desde que Elohim había nacido ni un solo segundo nos habíamos aparatado de su lado.
-te vez feliz
Me dijo levantándose de la arena y caminando sin dejar huella, se acercó a mí, yo me pare en seco, el viento se detuvo conmigo, me miro a los ojos, mis ojos de fuego vieron en aquellos ojos negros como la noche. Si yo era la luz él era la oscuridad.
-ojalá pensaras en...
No terminó la frase, pues leí sus pensamientos antes de que los dijera, cayó al suelo con la mejilla enrojecida, mi golpe había sido fuerte, a pesar de ser con la mano abierta.
-jamás pronuncies su nombre
Le dije y como ventisca dejé el desierto, él me miro como me iba con la arena, lagrimas salieron de sus ojos, él me amaba, pero yo siempre he amado a Elohim, sobre todas las cosas y sobre ángeles, hombres o demonios.
-de nuevo piensas en Al-Yabbar
Esa voz mientras caminaba me regresó al presente, el corredor de la facultad estaba vació y en el cielo el sol se ocultaba lentamente, volteé buscando a aquel que me cuestionaba, y entre las sombras de los pilares le vi, sus cabellos eran del color del oro y su piel blanca como la crema o la nieve.
-Hace mucho de eso, deberías olvidarlo, ahora tienes muchas cosas más de las que preocuparte
El joven salió de las sombras, a duras penas tendría diez años, pero era obvio que había roto varios de sus sellos a lo largo de los siglos y ahora sabía más de sus antiguas vidas que de su existencia actual.
-"Quién como Dios"
El título que Eloah alguna vez le dio de viva voz, el escucharlo de mis labios hiso que aquel niño se sintiera lleno de orgullo, a pesar de su apariencia, en sus ojos veías el alma del guerrero que habitaba ese infantil cuerpo.
-Eris dirige a los Olímpicos, desean volver a ser dioses y pretenden utilizarte para conseguirlo, seguramente Zeus detrás de todo
Agregó olvidándose de cualquier protocolo, olvidándose de que muchos podrían oírnos.
-aun que pudiera liberarles no lo haría por nada del mundo
Agregue a sus palabras mientras me acercaba a paso lento hacía él, los últimos rayos del sol entraban por la ventana y se reflejaban en mi rostro, acariciando mi piel.
-lo sé, pero quiero asegurarme de que ellos y tú sigan siendo simples hombres
Me sorprendió como se refirió a los mortales, siempre los amo, más que cualquiera, los protegió y los defendió de mi y de todos los dioses, instauro el consejo para detener nuestros abusos, les dio fuerza e inclusive lucho por ellos, pero ahora notaba en casa una de sus palabras que al igual que todos estaba cansado de tener carne y huesos.
-así será
Dije al pasar a su lado, y dejándolo atrás, mientras me alejaba podía sentir en mi nuca su mirada, en otros tiempos hubiera intentado atacarme por no prestarle atención, pero ahora no tenía armas, fuerza o poder que lo ayudara, era un niño y yo un hombre, un maldito hombre.
-cuida al escriba
Grito cuando yo casi me perdía al dar vuelta en el corredor, volteé a verlo y salió corriendo como un infante que ha cometido alguna fechoría, Ikaro era aquel que se sentaba a los pies del trono, el que apuntaba todo lo que dios nombraba, y el primero contra el que me levante en aquella ocasión.
-"El guerrero" ha venido y a hablado con él.
Sire está en su salón desde donde lo ve todo a través de sus espejos, espejos para ver el pasado, para ver el futuro, para ver el presente, un salón lleno de cristales antiguos como la historia, cristales que reflejan los mundos, los corazones y las intensiones.
-lo sé, lástima que el niño no vivirá más de esta noche
La voz de la dama es seductora para aquel que la acompaña esa noche, Hermes lo llamaron los griegos, el joven tiene ojos avellana y cabellos blancos como las nubes de un día soleado.
-no es muy precipitado hacer eso
Cuestiona el joven, él a penas recuerda cosas de su origen, en primer lugar se acercó a la dama por su amplio busto, por su esbelta cintura y prominentes caderas, aquella mujer le enseño los secretos del mundo y le reveló su origen divino, y ahora él le sirve como dolofónos, como alguna vez le sirviera al dios Zeus.
-No dejare que nadie se interponga en mis planes, aun que sea solo un niño, es un ser poderoso, encárgate de él.
Las palabras de la dama son fuertes y seguras, el mensajero sabe que no le queda más remedio que seguir las indicaciones y hacer su papel de Psicopompo. La noche se cierne por completo y en la carretera una familia viaja con tranquilidad, un hombre, su mujer y su hijo de diez años, el camino parece tranquilo, cuando aparece una figura en medio de la carretera un hombre con sombrero de ala ancha y un báculo en su mano izquierda, por no embestirlo salen del camino, dando vueltas el vehículo se destroza lentamente, chocando contra el duro suelo de cemento, girando dentro de él los cuerpos parecen percibir todo en cámara lenta, la sangre y los golpes se multiplican, el niño contempla todo horrorizado, pero en un segundo todo se detiene.
-demonios
Dice Railer en su habitación mientras el vaso en su mano se rompe en pedazos, lo suelta de inmediato y este no termina de caer al suelo cuando el pelirrojo ya ha desaparecido de la habitación, el sol sale por el horizonte, el primer rayo toca los cuerpos inertes sobre el suelo, el auto a caído en una zanja cercana al camino, los cuerpos a salido disparados del vehículo, no tienen vida, cuando la luz toca la piel del menor, el cuerpo inerte da un sobresalto y un respiro se escucha profundo llenar sus pulmones, su corazón ya no late, y aun así sigue vivo, abre sus ojos con dificultad, el sol le da en la cara y a su lado de pie un hombre le extiende la mano.
-lo siento he llegado tarde
Dice sin más, el niño entiende lo que ha sucedido, no quiere ver los cuerpos de sus padres, solo toma aquella mano, se incorpora y desaparece con aquel hombre que camina hacia la luz.
1 comentario:
Oks, me tomo mi buen tiempo entender las referencias, algunas que aplican a mas de un sentido (o.O me encanto lo de la estrella en el nacimiento y lo de gabriel btw)
segundo, no se si odio o amo la relacion de babyIka y Railuxe XD (conociendome y conociendote, eventualmente voy a amarla porque me va a romper el corazon, verdad?)
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