El Juicio

"EL JUICIO¨
Nosde E. Moria

No te detengan los juicios humanos; descarga tu conciencia y no temas sino a Dios

Nosde estaba frente a las cartas ya llevaba un buen rato discerniendo cual carta seleccionaría, para él la carta era importante después de todo eso le llevaría al nuevo mundo y a la posibilidad de destruirlo, Narciso no entendía muy bien por que Ille le permitía al extraño ser ese privilegio, sería mejor a su parecer encerrarlo en algún rincón apartado de la mente, pero Ille no pensaba igual, él sabía de la importancia de la existencia de Nosde, sin él todo sería estático, todo estaría siempre igual, es solo mediante la destrucción o la amenaza de desaparecer que se llega a la evolución al cambio. Finalmente Nosde sonrió y levantó la carta, todos pudieron observarla detalladamente, era la carta del Juicio.

Este arcano representa la claridad de ideas y el momento de la verdad, todo se sabrá y saldrá a la luz, lo bueno y lo malo, nada podrá esconderse más.

De inmediato la figura del arcángel que sostenía una trompeta en la carta empezó a cambiar, sus ojos se tornaron de un bello dorado semejante al del oro, y sus cabellos se alargaron hasta casi tocar el suelo en un hermoso plateado tan puro como la nieve de los montes en el invierno, Narciso miraba con descontento, el ser no habías sido muy creativo, la imagen en la carta era igual a la de él mismo, Nosde se había hecho un cuerpo en el nuevo mundo.

-Perfecto

Nosde miraba su cuerpo con devoción, sus manos eran delgadas y alargadas, algo deformes si le preguntaban a cualquier otro, parecían como largos palillos de plata, sus brazos eran también delgados, al igual que el resto de su cuerpo, era una visión de extremada delgadez, casi enfermiza, sus huesos se notaban a simple vista, era como si solo fueran cubiertos por la piel y nada más, prácticamente un cadáver caminante, además el pálido color de su piel no dejaba mucha vida que ver, era tan blanca como la nieve, solo un poco menos que sus enormes cabellos que caían desde su cabeza hasta el suelo en un bello y enigmático lacio impecable. El ser se miraba orgulloso frente aun espejo que había creado de la nada, se consideraba un dios y al contrario que Railer o Shade no dudaba en usar sus poderes sin discriminación, estaba feliz, feliz de estar con vida de nuevo.

-simplemente perfecto

Se dijo a si mismo en aquella imagen reflejada en la lisa superficie reflejante, vistió su decrepito cuerpo desnudo con ropas de seda roja como sangre, un hermoso atuendo de mediados del siglo XIX, con detalles en un dorado semejante al de sus ojos, el ser se sentía feliz ahora claro debía explorar el nuevo mundo, así que se dispuso a salir de aquella habitación al estilo Luis XVI para conocer el nuevo lugar que iba a descubrir, pero al cruzar la puerta se encontró con un vacio abrasador, no existía nada, no había nada más que un montón de puertas flotando por ningún lado, miro molesto a su alrededor tras regresar a su habitación, observo desde la puerta aquel extraño vacío, esta molesto, muy molesto.

-que demonios es esto

Dijo con molestia mientras maldecía este nuevo mundo en donde era prisionero en su habitación, hasta que una risa lo distrajo de sus pensamientos, Railer estaba sentado al filo de otra puerta que flotaba en aquella inmensa nada, el pelirrojo estaba divertido con la cara de molestia de aquel ser de dorados ojos.

-Te gusta tu jaula de oro, todo el poder, toda la gloria pero encerrado en tu habitación por el momento.

Railer sonreía, había engañado a aquel ser, lo había llevado a una prisión de la que no podía escapar, sin importar que tan poderoso fuera, ya que en aquella inmensa nada solo los escritores podían caminar, y uno que otro personaje especial.

-Me vengare

Dijo Nosde mirando a Narciso a los ojos, su historia no había resultado como esperaba, el proclamado dios de la destrucción miraba al señor de la imagen, tiro la carta sobre la mesa y regreso a su rincón, era obvio que Narciso aun tenía mucho poder, no por nada él había escogido el escenario, sería una contienda difícil y a penas empezaban, tan solo estaban escogiendo su mano para ese juego de póker donde quien tuviera las mejores cartas ganaría.