El Loco

"EL LOCO"

SHADE ILLE DE EXE

Todo tiene un principio, aun que este solo sea un eslabón más en una larga cadena...

Ille entra en su habitación, tras derrotar a NOSDE y recuperar todo su poder e identidad el chico no desea competir contra los otros tres pilares, ADÁN, NARCISO y EROS, tampoco desean iniciar una nueva confrontación, al parecer todos tienen una nostalgia por lo que fue antes, así que el joven de violetas ojos no encuentra razón para que todo no sea como antes, claro con ligeros cambios para propiciar una estabilidad.

El chico se sienta frente a su escritorio y tal vez inspirado por Darla saca del cajón izquierdo un manojo de cartas, las barajea suavemente y las extiende sobre la mesa, las contempla un instante, cada una tiene un dibujo diferente, un significado distinto y una personalidad única.

Las contempla durante minutos, tal vez demasiado tiempo, piensa en cual es la adecuada para cada uno, solo 22 no más, ya es suficiente de multitudes, cada una tendrá su historia y después regresará al mundo, todos están de acuerdo, los cinco dioses se preparan para dar luz al nuevo mundo.

Claro que la primera que llama su atención es la más modesta y grande de las cartas, una que cuyo significado es confuso para muchos.

"El loco es un joven y no le importa su destino, ya que tiene el afán de aventura y no le importan los peligros que le puedan acechar"

Sonríe mientras esa idea pasa sobre su mente, contempla la carta y la imagen empieza a cambiar, el viajero cambia su cabellera a un color morado oscuro, sus ojos son de un dulce violeta semejante al de la amatista y su piel blanca como la luz de la misma luna.

-despierta amor

Dice un joven de cabellos dorados como rayos del astro rey, sus ojos como esmeraldas miran a un varón que duerme apaciblemente entre las sabanas de suave algodón, descansa como un ángel y el otro no puede evitar mirarle unos segundos embelezado, le ama, no hay duda, ama su espíritu libre, su indiferencia hacia los demás que solo recubre un corazón de oro.

-amor despierta

Dice una vez más moviendo suavemente al durmiente joven, que lentamente abre sus ojos con pesadez, ese par de amatistas le dan la bienvenida al nuevo día con no muchas ganas, esta cansado, desearía seguir durmiendo, pero aquella dulce y viril voz de su compañero le ah despertado, lo primero que hace es verlo medio dormido, aprecia a su acompañante, ojos verdes, cabellos dorados, piel clara y cuerpo ejercitado por largas faenas de ejercicio.

-Buenos días

Dice aquella celestial visión mientras se acerca y besa con suavidad los labios del semi-sonámbulo joven, el chico cree que aun duerme que solo es una visión, talla sus ojos para distinguir la realidad de la fisión, y cuando vuelve a abrirlos descubre que aquel chico de dulce y viriles rasgos ya no esta.

-un sueño nada más

Se dice a si mismo recordando cuanto ama aquel que ha desaparecido, pero en ese instante escucha el caer del agua en la habitación continúa y una voz que le llama.

-date prisa el agua esta deliciosa

Shade abre sus ojos de par en par, no ah sido un sueño es verdad, se levanta de golpe y abre la puerta para encontrarse con aquella celestial figura, un chico idealizado, cuerpo de dios griego, ojos verde penetrante, cabellos largos y dorados, no tan largos para ser femeninos, pero lo suficiente para darle el aire de una antigua era, las gotas de agua lo recorren de la cabeza a los pies reafirmando sus bien marcados músculos, es un sueño para Shade, pero no es verdad, el chico corre y abrasa el otro.

-te extrañe

Dice el chico sumergiéndose en el agua junto con su compañero que solo le sonríe sin entender muy bien la frase.

-de que hablas, jamás te he dejado

Dice Atled mientras moja los morados cabellos de Shade, el chico le mira con ojos semilloros, Atled no puede evitar enternecerse ante esa mirada.

-nunca te dejare

Dice el joven de rubios cabellos y Shade lo abraza con más fuerza, el cuadro es encantador, todo es perfecto, Shade es ligeramente mas chico que Atled unos 10 o 12 centímetros por lo que a pesar de ser un año mayor se ve menor que aquel fornido chico, además su cuerpo es más discreto y delgado, censillo pero no por eso menos hermoso, guarda un encanto casi adolescente, a pesar de ya tener en su haber 22 bien vividos años.

-Te amo

Dice Shade y Atled le responde con un dulce y tierno beso lleno de pasión, mientras ambos se sumergen en el agua que poco a poco es menos caliente que sus cuerpos.
El que tira las cartas sonríe

-todo es como tiene que ser

Dice a los cuatro seres que han entrado y que le miran con tranquilidad, esperando que sea su turno para tirar.