"EL SUMO SACERDOTE"
Nadie I. Cognocere
No eres más santo porque te alaben, ni más vil por que te desprecien.
Adán y Narciso habían desaparecido, uno preocupado por lo que pasaba con su carta, el otro por que esta obtuviera más valor. Así que los únicos ahí reunidos eran Ille, Eros y Nosde, de nuevo frente a la mesa, mirando entre todos las cartas, no tenía mucho caso el tomar la carta, después de todo el siguiente turno era de Adán y de nuevo tendrían que esperarlo.
-tardaran mucho
Comentó Nosde con apatía, no le simpatizaban los otros dos ahí reunidos, ya que se mantenían siempre ajenos a todo, observando, cuidando, característica que pasaban a todos sus personajes.
-supongo que si
Comentó Eros, mirando hacia la nada, perdiendo su mirada en la inmensidad de ese universo oscuro que los rodeaba, Nosde se dejó caer y detrás de él apareció una nube en la cual se recostó, no tenía nada mejor que hacer, por el momento sus personajes estaban recluidos en su habitación, el mundo le parecía aburrido.
-y si todos tomamos nuestras cartas en lugar de seguir perdiendo el tiempo, en un solo turno escoges y listo
Comento antes de quedarse dormido, Ille sonrió ligeramente, no era mala idea, aun que posiblemente Narciso y Adán no estarían de acuerdo, sobre todo por tratarse de una idea de Nosde. Eros le miro un momento y le sonrió también.
-tómala, de todas maneras esperaremos
Dijo el joven de ojos turquesa al señor de la mente, Ille asintió suavemente y caminó hacia la mesa, tomando aquella representativa carta.
El sumo sacerdote representa los valores religiosos y tradicionales, el misticismo además del consejo en busca de la verdad espiritual.
De inmediato el rostro de la carta fue cubierto por una mascara inexpresiva de porcelana.
-bienvenido
Dijo Shade al ver aparecer aquel hombre mayor, era prácticamente un anciano, su mano derecha le temblaba ligeramente, sus cabellos eran cubiertos de blancas canas, y su cuerpo se veía maltrecho por la edad, cubierto en una sotana blanca, el hombre su pesadamente de pie.
-no tuvieron piedad contigo
Agrego el joven a ver la dificultad con la que aquel hombre se movía, su rostro era cubierto por una mascara de porcelana y ahora ni sus ojos se veían bajo esta.
-los dioses deciden lo mejor para los hombres
Dijo NADIE... ex señor del inconsciente, sabio hombre y devoto servidor de Ille, Shade sonrió al escuchar eso.
-los dioses...
El joven de cabellos morados mofo un poco, pero no era momento para hablar de teología y esas cosas, ayudo al hombre a caminar y a salir de la habitación
-necesito tu ayuda, se que traman algo
Y aun que a NADIE no le gustaba la manera en que Shade se dirigía a los dioses, obedecería al joven pues el era la representación de Ille en su extraño mundo.
Ille regreso a su lugar tranquilamente, ahora debían esperar a Adán y después a Narciso, pero algo les decía que no tendrían que esperar mucho.
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