6 de junio de 2009

Deseo

La siguiente historia muestra imagenes no aptas para menores de edad o personas con tendencias homofobicas, debido a su contenido sexual se pide la discreción del lector, lease bajo su propio riesgo.

Él esta acostado como cada noche en mi cama, es su forma de torturarme, si intento tocarlo inmediatamente se mueve, pero siempre se queda dormido aqui, lo despierto y lo envio a su cama, el pretexto es que yo tengo tele en mi cuarto y a él le gusta verla acostado hasta altas horas de la noche, si no fuera por lo que siento por él me molestaría demasiado que estuviera ahí acostado con ese cuerpo viril y casi desnudo, si no fuera por su boxer ajustado, el pretexto ahora es la calida noche, tal vez una de las más calurosas del año, pero es solo un pretexto, él sabe que me gustan los chicos, él sabe que lo deseo, es solo una provocación, es solo su forma de torturarme...

Son las tres de la mañana, el telvisor esta prendido, él no se ha despertado y yo he terminado de leer mi libro, apago la televisión y la lampara de noche, lo miro, recorro su cuerpo con la mirada, piel clara, tersa, firme, un cuerpo ejercitado por una hora diaria de natación, delgado varonil, cabello claro, es un adonis, segun la tradición ahora debería tocar suavemente su hombro y mandarlo a su cama, pero hoy no, si quiere dormir aqui que lo haga, hoy no estoy para juegos. Me acuesto sobre mi lado izquierdo dandole la espalda, a pesar del calor mantengo mi pijama puesta, un pantalón de algodon blanco y una playera del mismo color, simple, sensilla, como yo, al poco rato el cansancio me empieza a ganar, pero no puedo cerrar los ojos sabiendo que el está a mi lado a pocos centimetros, aun que se que no pasara nada y al poco rato me encuentro profundamente dormido.

-estas dormido

Me dice al oido, está muy cerca, puedo sentir su respiración en mi cuello, el calor de su cuerpo en mi espalda, no contesto, no es importante, seguramente se pondrá de pie e irá a su habitación, asi que no es necesario que conteste, cierro nuevamente los ojos, despues de todo en la oscuridad de la noche no se puede ver nada.

-bien

Dice, se que no es a mi, más bien es como una autoconfirmación, ahora es cuando se parará y todo volvera a ser una noche más... no se ha movido, han pasado algunos minutos y sigue ahi detras de mi, siento aun ese calido y ritmico respirar en mi nuca, su calor, su aroma suave, fresco, viril, en eso mi cuerpo entero se estremese, me abraza por la cintura, pega su cuerpo al mio, siento su calor y no puedo evitar detener un momento mi respiración, empiezo a temblar suavemente, mi corazón da un vuelco y casi se sale de mi pecho. Pega su cuerpo al mio, precionandome con fuerza, siento su calor, su mano empieza a acariciar mi delgado abdomen, el rose de sus dedos me es muy placentero, tal vez demasiado, mi virilidad oculta por la ropa de noche está a su maxima expresión esto es demasiado o al menos eso pensaba cuando siento su lengua besar mi nuca, es primero una suave lamida para despues ser un beso, ahora si no puedo contenerme, me estremesco, muevo ligeramente los hombros hacia arriba y guiro la cabeza, él apoya su cabeza en mi hombro, y besa mi cuello, su mano sube de mi abdomen a mi pecho por debajo de la playera, alzandola suavemente, su otra mano se abre paso entre la cama y yo para poder jalarme de la cadera hacia la suya, siento su virilidad tambien prominente bajo el boxer, a pesar de la tela de nuestras ropas, siento el fuerte calor de esa zona.

-te gusta

Me dice al oido, no puedo contestar, es demasiado para mi, con su mano derecha pellisca mi pezón derecho suavemente, haciendo que el dolor sea un suave placer, muerdo mis labios, cuando siento su mano izquierda tocar mi entre pierna sobre la ropa.

-si te gusta

dice mientras preciona mi viril miembro con sus manos, besa mi cuello y empieza a masagear mis genitales sobre la ropa, a penas y puedo controlar mi respiración, el placer me embriaga, guiro el rostro suavemente y me encuentro con sus labios, me besa con lujuria, en un penetrante movimiento de nuestras bocas, me entrego por completo, besa bien, su sabor amielado me indunda, es como un dulce manjar, al separarse agacha mi cabeza para morder mi nuca con rudeza, indicandome quien es el que manda.

-te encanta

Dice mientras levanta la playera para despojarme de ella, la avienta lejos de la cama, ahora puedo sentir su piel contra la mia, seguimos acostados y ahora con sus manos recorre mi espalda mientras baja con sus labios besando mi cuerpo, me encanta, muerde mi espalda baja y me hace arquearme exponiendo mis gluteos a sus deseos, sube de nuevo y girandome bruscamente el rostro me besa apasionadamente, casi con salvajismo, pero mucho deseo, siento su mano entrar bajo el pantalón, su respiración esta agitada, su corazón palpita con fuerza, el deseo lo consume, baja mis ropas dejando a la vista su objetivo, descubierto mi cuerpo se le ofrece sin tregua, y entonces su calor casi me quema la piel, su miembro esta pegado a mi cuerpo, fuerte, caliente, duro, en un solo golpe desaparece dentro de mi, yo ahogo un gemido de dolor-placer en la almoahada, a sido duro, intenso, tal vez descuidado, pero tan placentero que siento su calor inundarme de inmediato, esa convinación de desenfreno, placer y millones de sensaciones más, se mueve rapidamente, entrando y saliendo de mi, con fuerza, con brusquedad, dando en cada embestida oleadas de placer a mi cuerpo, ya no puedo más y los gritos ahogados por el placer salen en forma de gemidos.

-te gusta

me dice con fuerza, mientras continua con sus movimientos, a él tambien le gusta, le encanta tenerme, tomarme, le fascina que sea suyo, tener el control, su cuerpo suda y el calor se mezcla con el mio, el aroma a pasión inunda la alcoba, ese pentrante y dulce aroma del sexo, ya no puedo más mi corazón se detiene por un segundo, mi respiración se corta y no pienso en nada, el grita entregandose por completo, el climax nos alcanza, nuestras respiraciones se recuperan, el sigue dentro de mi, pero el momento a acabado, su respiración se mezcla con la mia, gira mi rostro y me encuentra con un beso, ahora es suave, lento, como quien disfruta un dulce vino, me abraza por la espalda mientras sale mis entrañas, se queda a mi lado y ahí nos encuentra el sol, los dos abrazados, yo semi desnudo, el desnudo, no puedo creer lo que paso, no puedo creer que si sucedio.

No hay comentarios.: