27 de octubre de 2008

"13"
Oteler M. Galend
Narciso contempla los acontecimientos del otro lado de la estrella del CC no le agradan para nada, siente que igual y esas experiencias perjudiquen la personalidad de Gabriel o le den más poder del que necesita, pero en fin la situación de aquel lado le entretiene, y sabe que Ille también mueve sus cartas en su beneficio, pero lo importante es ahora ver que carta tomara Nosde, aun que esta seguro de cual tomara el desgraciado ser.

A los muertos no les importa como son sus funerales. Las exequias suntuosas sirven para satisfacer la vanidad de los vivos.

Nosde camina en un reluciente traje color rojo vivo, Narciso por lo mismo a cambiado su vestimenta a un negro absoluto, lo que hace uno afecta lo que hace el otro, tal como en el caso de las cartas, el ser de la destrucción toma la carta, tal y la que esperaban que tomara, Ille y Eros miran congraciados, Adán ignora los actos, más bien esta preocupado por otras situaciones en otro lado.

La muerte simboliza el cambio, el fin de algo y el principio de algo nuevo, después de todo el universo está en un constante cambio.

-Donde estoy

Fue lo primero que pensó aquel joven albino de viril porte, su cuerpo ejercitado era deseable a los ojos de los hombres, blanco como la luz de la luna, cabellos como hilos de inmaculada plata, el caballero era hermoso en una fantasmal forma. Miro a su alrededor e identifico el lugar de inmediato, a pesar de nunca haber estado ahí sabia que era su habitación, su cuarto, un pequeño santuario de tres metros de ancho por tres metros de largo y tres de alto, un cubo perfecto que aparentaba haber sido tallado en la piedra misma, su cama era un catre simple de lana y algodón, suave, cómodo, pero para nada ostentoso, era un cambio radical para las habitaciones de todos, la mayoría eran llenas de opulencia y objetos diversos, la de de Oteler no tenía nada más que su cama y una pequeña mesa con barios libros en cima.

-hogar dulce hogar

Dijo el joven y se volvió a recostar en la comodidad de su cama, cuando la sensación de ser observado le invadió, se levanto extendió su mano hacia la puerta de acero que resguardaba su santuario y dijo unas palabras en griego antiguo, entonces como sacudiendo los vientos un joven apareció frente a él sus rojos ojos le dieron la bienvenida, mientras una sonrisa en sus labios reflejaba el gusto de verlo.

-me extrañaste

Dijo el albino sin mayor recato, pero el pelirrojo no contestó, caminó a su lado y besó su mejilla. Esa extraña actitud por parte del pelirrojo desconcertó por un simple segundo a Oteler quien llevando su mano a la mejilla besada comprendió.

-el beso de judas

Dijo sonriente, Railer le regreso la sonrisa mientras de su ojo derecho una lágrima caía, era su mejor amigo y ahora debía traicionarlo, su herencia, o mejor dicho su ascendencia los separaba de ahora en adelante.

-lo siento

Dijo Railer antes de salir de la habitación y al cerrar la puerta Oteler pudo apreciar como esta desaparecía dejándole encerrado en su habitación.

-lo se

Agregó el albino al ver desaparecer la puerta de frío acero, y solo quedar entre cuatro paredes de piedra, siendo así en verdad parecía una prisión.

-no lo tendrás así por siempre.

Dijo Nosde al regresar a su lugar dirigiéndose al pelirrojo pilar, Narciso desvió la mirada.

1 comentario:

Darla dijo...

Linnda: ... parece que varios estan aprendiendo una dura lección.

Fer: jaja ¬¬, de cualquier forma ya no pensaba sacar a nadie más